lunes, 27 de octubre de 2014

EL PERRO Y EL CALOR. CONSEJOS PARA COMBATIR LAS ALTAS TEMPERATURAS


El perro y el calor: consejos para combatir las altas temperaturas
Los perros son igual de sensibles que los humanos a la deshidratación y a los golpes de calor. Sin embargo, tienen una dificultad añadida para regular su temperatura corporal: carecen de la capacidad de los humanos para transpirar. Por este motivo, hay que tener especial cuidado cuando los grados suben. Conozcamos a continuación algunas medidas necesarias para proteger a nuestros perros del calor.
Prevención contra las consecuencias del calor
Para evitar las consecuencias del calor en nuestras mascotas, conviene:
No salir a hacer ejercicio o a pasear con el perro durante las horas del día de más calor.
Procurar que el perro tenga siempre agua limpia y fresca a su disposición, durante todo el año, aunque no haga calor. Un perro puede sobrevivir a la falta de alimentos, pero si pierde más del 12% del agua de su cuerpo, puede morir. Si el perro bebe mucho, incluso más de lo normal, no ocurre nada, porque la eliminará fácilmente. Solo hay que restringir el agua en caso de que el perro vomite mucho.
Si se nota que el perro tiene mucho calor, refrescarle el cuerpo y la cabeza con agua.
El aire acondicionado también es adecuado para los perros. Si se tiene posibilidad de tenerlo, el perro también lo agradecerá.
Recortar el pelaje si es muy largo, pero no dejarlo muy corto, ya que el pelo protege al perro tanto del frío como del calor. Cuando el animal cuenta con un "subpelo" (capa de pelo adicional), tiene mejor protegida su piel de las inclemencias climatológicas. Es el caso de las razas caninas nórdicas, como el Spitz o el Husky Siberiano, aunque estos perros lo pasan muy mal con el calor, ya que su morfología y pelaje están preparados para soportar mejor el frío que el calor.
Golpes de calor en el coche
La mayoría de los golpes de calor en perros ocurren en los coches. A menudo pensamos que, por unos minutos, con el coche a la sombra y una ventanilla entreabierta, el perro no corre peligro. Pero nada más alejado de la realidad. En solo unos minutos, el coche se convierte en una trampa mortal para el perro. El vehículo puede alcanzar temperaturas que superen los 50ºC cuando hace calor y el perro sufrirá en estas circunstancias una subida de temperatura corporal que hará peligrar su vida.
Síntomas del golpe de calor en perros
El perro que alcanza una temperatura corporal entre 42ºC y 43ºC entra en una fase crítica difícil de superar. Los síntomas que pueden alertar de que el perro tiene una temperatura corporal demasiado alta son: mareos, sensación de que el perro está enfermo, respira con dificultad, jadea, no puede caminar, pierde el equilibrio, taquicardia, temperatura elevada, mucosas congestionadas, vómitos, diarreas y, en algunas ocasiones, shock o pérdida del conocimiento. Una vez que el perro entra en esta peligrosa fase, hay que actuar con rapidez porque si esperamos a llegar al veterinario puede ser tarde. Hay que intentar estabilizarle antes de acudir a la consulta.
Perros con más riesgo ante las altas temperaturas
Los perros que son chatos, como el Bulldog Francés, el Bóxer o el Pequinés, así como los animales que padecen sobrepeso y obesidad o insuficiencia cardíaca o respiratoria, son especialmente sensibles a sufrir golpes de calor. Esto se debe a que carecen de una correcta capacidad de refrigeración, por lo que es fácil que alcancen más de 42ºC.
Los cachorros (antes del año de edad) y los perros muy mayores son también grupos susceptibles de padecer golpes de calor y otras complicaciones de salud, debido a las altas temperaturas. Los cachorros tienen un sistema inmunitario inmaduro y su capacidad de refrigeración no está al 100%, como en el caso de un perro adulto. Los perros muy mayores (a partir de 11 años) no pueden mantener una temperatura corporal adecuada con la misma facilidad que un perro joven. Hay que tener especial cuidado con ellos cuando comienzan las altas temperaturas.
EN RESUMEN:
Para evitar que nuestra mascota sufra un golpe de calor hay que actuar con sentido común.
Hidratación: el perro debe tener siempre agua fresca y limpia.
No dejar al perro encerrado dentro del coche.
Sacar a pasear al perro en los momentos de menos calor.
Evitar ejercitar al perro en los momentos de menos calor.
No encerrar al perro en un cuarto pequeño y sin ventilación.
Si el perro pasa la mayor parte del tiempo en el jardín, acondicionarle algun tejado o sombra.
En verano, es mejor darle la comida al perro por la noche porqué después de comer, los perros, son más propensos a sufrir colapsos.
En caso de salir de viaje, es aconsejable llevar abundante agua y hielo. Si vemos que el perro se estresa, podemos colocar en el suelo de la jaula transportadora, toallas húmedas. 
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